Libido (del latín libīdo ‘deseo, pulsión’ y en sentido estricto ‘lascivia’) es un término que se usa en medicina y psicoanálisis de manera general para denominar al deseo sexual de una persona.[1] Como comportamiento sexual, la libido ocuparía la fase apetitiva en la cual un individuo trata de acceder a una pareja potencial mediante el desarrollo de ciertas pautas etológicas.[2] No obstante, existen definiciones más técnicas del concepto, como las encontradas en las obras de Sigmund Freud y Carl Gustav Jung que hacen referencia a la fuerza o energía psíquica. Estos autores vinculan la energía libidinal, respectivamente, a las pulsiones y a su carácter eminentemente sexual como meta primaria (Freud) o a una energía mental indeterminada que mueve el desarrollo personal general de un individuo (Jung). Sigmund Freud, a su vez, habría tomado el término de Albert Moll, quien lo utilizó en 1898 en la obra Untersuchungen über die Libido sexualis [«Investigaciones acerca de la Libido sexualis»].[3]