La lisis celular es el proceso de ruptura de la membrana celular de células o bacterias que produce la salida del material celular, provocado por lisinas.[1][2]
Todas las células tienen una membrana hecha de fosfolípidos que separan el contenido celular del ambiente extracelular. Los fosfolípidos son anfipáticos y tienen embebidas las proteínas de membrana. La naturaleza de los lípidos y las proteínas varía dependiendo del tipo de célula.
En la célula animal la membrana es la única barrera, pero en plantas y bacterias la membrana se encuentra rodeada por una pared celular. La pared celular bacteriana está compuesta por peptidoglicanos. Estos tipos de barrera extracelular confieren forma y rigidez a las células.
La técnica escogida para la ruptura celular tiene que considerar el origen del tejido para evaluar su facilidad o dificultad de destrucción. Además, el método debe ser compatible con la cantidad de material que será procesado y las aplicaciones de este.
También existe la citólisis mediada por linfocitos (células del torrente sanguíneo que actúan como defensas) que expresan en su superficie receptores de linfocitos (TCR = T-Cell receptor) que se unen al complejo antígeno-molécula del complejo mayor de histocompatibilidad I, y posteriormente secretan linfocinas y perforinas, las cuales producen canales iónicos en la célula infectada o neoplásica y entonces, la conducen a la lisis y muerte posterior de la célula. Cabe aclarar que los TCR de los linfocitos T reconocerán los antígenos en células huésped infectadas por virus o en aquellas células que han sufrido transformación neoplásica (tumoral).