El lucro (del latín lucrum, lucri, beneficio) se refiere al provecho, beneficio económico, utilidad, ingreso, ganancia o plusvalía obtenidas para el controlador de la producción o distribución de determinado producto o servicio. Este término es utilizado en la economía, la contabilidad y la jurisprudencia, utilizándose para describir los resultados o los fines (ánimo de lucro) que pueda tener alguna persona u organismo participante de un mercado.
El lucro es además una de las reglas principales del capitalismo el cual impulsa el interés privado de personas, pequeños negocios, grandes empresas y multinacionales para obtener ganancias por su actividad haciendo uso del derecho a la propiedad privada, de su capital y del acceso a concesiones (derechos de explotación, contratos, servicios, etc..), los anteriores obtenidos y garantizados por los mercados y los Estados.
Desde un plano de filosofía económica, podemos definirlo como la búsqueda de la asignación eficiente de medios escasos hacia aquellos fines que consideramos más valiosos, respecto del valor de los fines a los cuales renunciamos como consecuencia de dicha acción, es por tanto, una forma en la que los individuos determinan si están invirtiendo los recursos escasos hacia aquellos fines que son más valorados en función de los costes en los que se incurre.
Se supone en la actividad de mercado un oferente que dispone de un bien o derecho, cuyo valor excede el coste de producirlos al enajenarlos a demandantes. Estos excedentes son el interés de todo agente del mercado o negocio, no obstante diferentes contextos y escalas. Esta sencilla regla, en la práctica genera interpretaciones muy discutidas, debido a la reflexión ética en observación de injusticias salariales, cobros excesivos, formación de monopolios, desacuerdos en el valor y las condiciones de trabajo, y otras fallas del mercado producidas por la libertad individual, ineficaz regulación y las desproporciones de capital entre los participantes.