Juana Antonieta Poisson | ||
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Duquesa y marquesa de Pompadour, Marquesa de Menars, Dama de la reina y Par de Francia. | ||
Madame de Pompadour, en un retrato al pastel realizado por Maurice Quentin de La Tour (Louvre, París). | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
29 de diciembre de 1721 París, Reino de Francia | |
Fallecimiento |
15 de abril de 1764 (42 años) Palacio de Versalles, Versalles, Reino de Francia | |
Sepultura | Convento de las Capuchinas, París (Cerca de la plaza Vendôme) | |
Familia | ||
Padre | Carlos Francisco Paul Le Normant de Tournehem | |
Madre | Luisa Magdalena De La Motte | |
Consorte | Carlos Guillermo Le Normant d'Étiolles | |
Hijos |
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Juana Antonieta Poisson, duquesa-marquesa de Pompadour y duquesa de Menars, con paridad francesa, conocida como Madame de Pompadour (París, 29 de diciembre de 1721 - Versalles, 15 de abril de 1764), fue una cortesana francesa. Introducida en la corte por sus parientes, tras ser presentada al rey Luis XV, se convirtió en su amante desde 1745 a 1751. También fue consejera del monarca e influyente como favorita hasta su muerte.
Pompadour se hizo cargo de la agenda del rey y fue una valiosa ayudante y consejera, a pesar de su frágil salud y de sus muchos enemigos políticos. Consiguió títulos nobiliarios para ella y sus parientes, y creó una red de clientes y partidarios. Tuvo especial cuidado en no enemistarse con la popular reina María Leszczyńska. El 8 de febrero de 1756, la marquesa de Pompadour fue nombrada decimotercera dama de compañía de la reina, cargo considerado el más prestigioso de la corte, que le concedió honores.[1]
Pompadour fue una importante mecenas de la arquitectura y las artes decorativas, especialmente de la porcelana. Fue también mecenas de los philosophes de la Ilustración, entre ellos Voltaire.
Críticos hostiles de la época la tacharon de ser una influencia política malévola, pero los historiadores han sido más favorables y han destacado sus éxitos como mecenas de las artes y defensora del orgullo francés.[2] Historiadores modernos sugieren que los detractores de Pompadour estaban motivados por el temor a la ruptura de las jerarquías existentes que representaba el poder y la influencia de Pompadour, como mujer que no había nacido en la aristocracia.[3]