Manuel I Comneno | ||
---|---|---|
Miniatura manuscrita de Manuel I (parte de retrato doble con María de Antioquía , Biblioteca Vaticana , Roma) | ||
| ||
Emperador bizantino | ||
8 de abril de 1143-24 de septiembre de 1180 | ||
Predecesor | Juan II Comneno | |
Sucesor | Alejo II Comneno | |
| ||
Información personal | ||
Nombre en griego | Μανουήλ Α' Κομνηνός | |
Nacimiento |
28 de noviembre de 1118 Constantinopla, Imperio Romano de Oriente | |
Fallecimiento |
24 de septiembre de 1180 Constantinopla, Imperio romano de oriente | |
Residencia | Palacio de Blanquerna | |
Nacionalidad | Griega bizantina | |
Religión | Iglesia Ortodoxa | |
Familia | ||
Familia | Comneno | |
Padres |
Juan II Comneno Piroska de Hungría | |
Cónyuge |
Berta de Sulzbach María de Antioquía | |
Hijos |
María Comneno Ana Comneno Alejo II Comneno | |
Información profesional | ||
Ocupación | Emperador | |
Manuel I Comneno (griego: Μανουήλ Α' Κομνηνός, Manouēl I Komnēnos), llamado Megas, el Grande, (28 de noviembre de 1118-24 de septiembre de 1180) fue un emperador bizantino que reinó entre 1143 y 1180. Fue el cuarto hijo de Juan II Comneno y Piroska de Hungría (bautizada como Irene al convertirse a la fe ortodoxa), la hija del rey san Ladislao I de Hungría.
Destacó por su carisma y sus victorias militares, pero también fue criticado por su ambición, su exceso de confianza, y por su derrota contra los turcos al final de su reinado.[1] Continuó las campañas ambiciosas de su abuelo Alejo I y de su padre Juan II, para expandir las fronteras del Imperio bizantino.[2] Su política exterior fue ambiciosa y enérgica, se alió con el papa y con las potencias occidentales emergentes, invadió el reino normando de Sicilia, manejó el paso de la Segunda Cruzada por su Imperio y estableció un protectorado bizantino sobre los Estados Cruzados de Ultramar. Manuel mostró una buena afinidad hacia los latinos y las ideas de la caballería medieval. Se enfrentó a los árabes en Tierra Santa y apoyó al reino de Jerusalén. Recompuso la carta política de los Balcanes y del Mediterráneo oriental, colocando a los reinos de Hungría y de Ultramar bajo la hegemonía bizantina. Al final de su reinado, los éxitos en Anatolia quedaron comprometidos por la derrota en la batalla de Miriocéfalo, que supuso el último intento infructuoso del imperio de recuperar el interior de Asia Menor de los turcos.
Fue una mezcla de “emperador filósofo” y de “emperador soldado”, y un apasionado del debate teológico que forzó a la Iglesia de Constantinopla a modificar el catecismo para los conversos del islam.[3]
El relato favorable de Juan Cinnamo, secretario de Manuel Comneno, y el relato crítico de Nicetas Coniata, secretario imperial posterior, ayudan a comprender y analizar su reinado. Cinnamo se presenta como un historiador más fiable en los detalles, pero Coniata es más profundo y perceptivo.[4] Basados sobre todo en Coniata, ciertos historiadores modernos han criticado la falta de realismo en los objetivos de Manuel debido a la falta de recursos del Imperio para llevarlo a cabo, y han buscado las causas primeras del hundimiento del Imperio tras su muerte, en su reinado.
Su reinado supuso en cierto sentido el punto álgido de la civilización medieval griega,[1] con un renacimiento económico, militar y cultural del Imperio.