Según la definición de la OMS, la medicina tradicional es:
La suma total de conocimientos, habilidades y prácticas basadas en teorías, creencias y experiencias oriundos de las diferentes culturas, sean o no explicables, y usados en el mantenimiento de la salud, así como en la prevención, diagnosis o tratamiento de las enfermedades físicas o mentales.[1]
De acuerdo al epistemólogo argentino Mario Bunge, las medicinas tradicionales no distinguen el síntoma subjetivo del signo o indicador objetivo, no miden ninguna variable y no hacen ensayos clínicos ni disponen de estadística; además, con excepción de ciertos consejos profilácticos y dietéticos, la medicina contemporánea no usa casi ninguno de los conocimientos de las medicinas tradicionales.[2]