Metadona | ||
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Nombre (IUPAC) sistemático | ||
(RS)-6-(Dimethylamino)-4,4-diphenylheptan-3-one | ||
Identificadores | ||
Número CAS | 76-99-3a | |
Código ATC | N02AC52 | |
PubChem | 4095 | |
DrugBank | APRD00485 | |
Datos químicos | ||
Fórmula | C21H27NO | |
Peso mol. | 309.445 g/mol | |
CCC(=O)C(CC(C)N(C)C)(c1ccccc1)c2ccccc2
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Farmacocinética | ||
Biodisponibilidad | 40-80(-92) | |
Metabolismo | Hepático | |
Vida media | 24-36 h | |
Excreción | Orina | |
Datos clínicos | ||
Estado legal | Grupo I ℞-Receta especial requerida (MEX) | |
Vías de adm. | oral, intravenosa | |
La metadona, que se vende bajo la marca comercial dolofina, entre otras, es un medicamento sintético utilizado para tratar los animales y sirve como terapia de mantenimiento, además de como fármaco para ayudar en la desintoxicación de personas dependientes de otros opioides u opiáceos.[1] La duración de una terapia de desintoxicación con metadona puede extenderse desde algo menos de un mes hasta unos seis meses. Una sola dosis tiene un efecto rápido y sus efectos más potentes pueden mantenerse hasta un máximo de cinco días de consumo consecutivos. Los efectos duran alrededor de seis horas con una sola dosis, pero en personas con un consumo crónico y función hepática normal se pueden prolongar hasta un día y medio. La metadona se toma por vía oral, aunque rara vez también por inyección en músculo o en vena.[1]
En la actualidad se comercializa mundialmente en forma de comprimidos o en forma líquida. Los efectos secundarios son similares a las de otros opioides. Comúnmente estos incluyen mareos, somnolencia, vómitos y sudoración. Los riesgos graves incluyen el convertirse en una droga de abuso o provocar una disminución de la capacidad de respirar. Puede producir arritmia cardíaca si su consumo es prolongado.[1] El número de muertes en los Estados Unidos por envenenamiento de metadona fue de 4418 en el año 2011, un 26% del total de muertes por intoxicación de opioides.[2] Los riesgos aumentan conforme se va aumentando la dosis.[3] La metadona se obtiene a partir de síntesis química y actúa sobre los receptores opioides.[1]
La metadona fue desarrollada por Gustav Ehrhart y Max Bockmühl en Alemania, entre 1937 y 1939.[4][5] El nombre «dolofina» fue creado después de la Segunda Guerra Mundial por la sección estadounidense de la farmacéutica Eli Lilly,[6] y el término en jerga «adolfina» (nunca fue el nombre real de un medicamento) apareció en los Estados Unidos a principios de la década de 1970.[7] Dolfina proviene del término alemán Dolphium. El nombre deriva del término dolor, -oris (dolor en latín) y fīnis, (fin en latín) con el significado de «fin del dolor»). De manera insistente, pero falsa, una leyenda urbana afirma que el término «adolfina» se acuñó por sus creadores en homenaje a Adolf Hitler.[8] La metadona aparece en el listado de medicamentos esenciales que elabora la Organización Mundial de la Salud, un documento donde se enumeran los medicamentos imprescindibles que todo buen sistema de salud debería tener.[9] A nivel mundial, en el año 2013, se fabricaron alrededor de 41.400 kilogramos[10] y su regulación es similar a la de otros estupefacientes;[11] además, es relativamente barata.[12]