La monastrell (también conocida como mataró y mourvèdre) es una variedad de uva tinta que crece en muchas regiones del mundo, entre las que están las Denominaciones de Origen (DO) españolas de Alella, Alicante, Yecla, Jumilla y Bullas, y las Islas Baleares, las regiones francesas del Ródano y la Provenza, los estados de California y Washington de EE. UU y las regiones australianas de Australia Meridional y Nueva Gales del Sur.
Se usa para hacer vinos tintos varietales y también es un importante componente del vino australiano de mezcla GSM (garnacha, syrah y mourvèdre). La variedad es usada también para hacer vinos rosados y vinos fortificados al estilo de los de Oporto.[1]
La monastrell tiende a producir vinos tánicos que pueden tener un alto contenido de alcohol. El estilo de vino que se produzca a partir de esta uva varía mucho en función del lugar donde se produce, pero de acuerdo con la experta en vinos Jancis Robinson la monastrell a menudo tiene notas a tierra y a animales de caza, así como aromas a frutas rojas suaves.[2] De acuerdo con el experto en vino Oz Clarke, el vino joven de monastrell puede venir defectuoso con notas de azufre, reductivos y sabores "granjeros", aunque estos sabores se suavizan con la crianza.[3]
La variedad puede ser difícil de cultivar, porque prefiere "que le dé el sol por arriba y el agua por debajo", lo que significa que necesita un tiempo muy cálido, muy poca cantidad de hojas con respecto a la fruta y también una adecuada cantidad de agua o un sistema de irrigación para producir frutos sabrosos e intensos y que no sean demasiado amermelados o herbáceos.[3] Las vides son susceptibles a muchos riesgos viticulturales, como el mildiú, y un foliage demasiado vigoroso no es beneficioso para su viticultura.[1]