La nacionalidad o ciudadanía noruega es el vínculo jurídico que liga a una persona física con el Reino de Noruega y que le atribuye la condición de ciudadano. La ley de esta nacionalidad se basa en el concepto jurídico de ius sanguinis (derecho de sangre). En otras palabras, ser hijo de al menos un ciudadano noruego es el método principal para adquirir la ciudadanía.