Nacionalismo serbio

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Serbia

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República de Serbia (federal) (1990–2006)
Serbia y Montenegro (2003-2006)
República de Serbia (2006–presente)
El águila bicéfala de la casa Nemanjić de Serbia del siglo XII al XIV, la base de la actual águila de Serbia.
Monumento a Karađorđe en Belgrado. Karađorđe lideró la revolución de Serbia, con la que se libera a Serbia del mandato otomano.

El nacionalismo serbio es el movimiento que surge de la necesidad de una nación soberana que promueva la unidad cultural de los serbios, siendo este un nacionalismo de base étnica.[1]​ Surgió originalmente en el nacionalismo balcánico bajo el mandato otomano y bajo la influencia del lingüista serbio Vuk Stefanović Karadžić y de Ilija Garašanin.[1]​ El nacionalismo serbio sería un importante factor durante las guerras de los Balcanes, las cuales contribuyeron al declive del Imperio otomano durante la Gran Guerra y nuevamente durante la ruptura yugoslava y las subsecuentes guerras de los años 90.[2]

Tras 1878, los nacionalistas serbios emergieron junto a algunos de los yugoslavistas y emularían el papel piemontano que condujo al Risorgimento de Italia, reclamando que Serbia no solo uniría a todos los serbios en un estado sino que Serbia intentaría unir a los eslavos balcánicos en un mismo estado conocido como Yugoslavia.[1]

Los nacionalistas serbios siempre apoyaron la idea de una Yugoslavia centralizada que preservara la unidad de los serbios y rechazara los esfuerzos de los demás pueblos eslavos por la descentralización del estado.[1]​ Cosa que llevó a que en la Constitución de Vidovdan, adoptada por Yugoslavia en 1920, se consolidara el país como una nación centralizada bajo el mandato de los serbios de la monarquía Karađorđević[3]​. Otros pueblos en Yugoslavia se opusieron a la idea de un estado centralizado y demandaban la descentralización, incluyendo a los nacionalistas croatas quienes demandaban una mayor autonomía para Croacia dentro de Yugoslavia, lo que sería aceptado por el gobierno yugoslavo en el tratado de 1939[4]​.

Los nacionalistas serbios se opusieron a lo establecido en dicho acuerdo, ya que se debilitaba el Serbdom, aseverando que su importancia en Yugoslavia era algo trascendente con el lema "Un Serbdom fuerte, Una Yugoslavia fuerte".[3]​ La invasión y repartición de Yugoslavia en la Segunda Guerra Mundial resultó en un conflicto étnico violento entre los nacionalistas serbios, croatas, bosníacos, y otros, resultando en una variante altamente violenta del nacionalismo serbio ascendente, de la mano de los movimientos Chetnik, una muy peligrosa violencia sectaria.[3]

La descentralización de Yugoslavia en los 60, y la supresión de todas las corrientes nacionalistas étnicas llevaron al nacionalismo serbio a un apagón y a su resurgimiento en los 80, el cual condenó al yugoslavismo posterior a la Segunda Guerra Mundial y a la descentralización de Yugoslavia[3][3]​.

Tras el colapso de la unidad de Yugoslavia en los 90 con la múltiple secesión de las antes repúblicas yugoslavas buscando su independencia, los nacionalistas serbios demandaron que todos los serbios en todas las repúblicas yugoslavas tenían el derecho de unirse en una nueva entidad común, tanto étnica como social, y los posteriores conflictos ocurrieron entre los serbios que querían mantener la unidad de Serbia y de otras repúblicas yugoslavas con las demás etnias de Yugoslavia, las cuales encontraron también su independencia[5]​.

  1. a b c d Motyl, 2001, pp. 470.
  2. Motyl, 2001, pp. 470–472.
  3. a b c d e Motyl, 2001, pp. 471.
  4. Motyl, 2001, pp. 105.
  5. Motyl, 2001, pp. 472.