La no violencia (también es frecuente no-violencia, por influencia del inglés) habla tanto de una ideología como de una práctica ético-política que rechaza el uso de la violencia y la agresión, en cualquiera de sus formas. Se opone al uso de la violencia como un medio (método de protesta, práctica de lucha social, o como respuesta a la misma violencia) y como fin (por ejemplo, para lograr un cambio social o cambio político, porque considera que todo acto violento genera más violencia). Se trata de una opción alternativa que pretende "humanizar" la sociedad, apostando y valorando el poder de la vida e ignorar y prevenir los conflictos. Desde esta perspectiva, la obtención de los logros en la lucha social es posible porque considera que el poder de los gobernantes no es eterno ni indestructible sino que depende del consentimiento de la población. La acción no violenta busca disminuir ese poder, cuando considera que se ejerce injustamente, retirando el consentimiento.