Normandos

Territorios en posesión de los normandos en el siglo XII.

Los normandos (literalmente "hombres del norte") fueron conquistadores vikingos originarios de Escandinavia, principalmente daneses, que ocuparon el noroeste de Francia en la segunda mitad del siglo IX. Bajo el liderazgo de Hrolf Ganger, que adoptó el nombre francés Rollo o Rollón, juraron lealtad al rey Carlos III de Francia y recibieron de él lo que posteriormente fue el Ducado de Normandía, en la actual región de Normandía.

De su cultura originaria, las sagas nórdicas nos ofrecen amplia información: profesaban una religión pagana con numerosos seres sobrenaturales (de esto hay noticias en las Eddas), conocían la escritura rúnica, estaban organizados en clanes familiares y tenían una agricultura y ganadería básica basada en la autarquía; sin embargo, eran expertos navegantes y construyeron barcos ligeros y resistentes. No obstante, las crónicas contemporáneas no mencionan estructuras sociales escandinavas como el thing (asambleas de hombres libres) o hundreds en suelo normando, sino una estructura típicamente feudal, inexistente en Dinamarca y el Danelaw de Inglaterra.[1]

Los normandos en parte de la antigua Neustria fueron gradualmente adoptando el cristianismo, la cultura y el idioma francés y crearon una identidad cultural que juntaba a las culturas de sus antepasados escandinavos y de los nativos locales, todo bajo la soberanía del reino de Francia. Así, conformaron un ducado muy poderoso con características propias como por ejemplo la gran habilidad marítima.

Al expandirse más allá de Normandía tuvieron un papel importante en la Europa medieval: un grupo de aventureros normandos se estableció por conquista en el reino de Sicilia, en el sur de Italia, y una expedición orquestada por el duque Guillermo llevó a la conquista normanda de Inglaterra. A partir de estos dos nuevos centros de poder, la influencia normanda se extendió a la totalidad de las islas británicas y a los estados cruzados de Oriente Medio.

Las causas de sus migraciones fueron múltiples: búsqueda de sitios mejores, fuga o expulsión de tribus vencidas en luchas internas, afanes comerciales, espíritu de aventura y afán de conquista, entre otras.

  1. Gwyn Jones, A History of the Vikings, Oxford University Press, 1973, p. 231.