Los nuevos movimientos religiosos (NMR) son comunidades religiosas o grupos éticos, espirituales o filosóficos, muchos de ellos surgidos en las últimas décadas, que tienen un lugar periférico dentro de la cultura religiosa dominante. Los nuevos movimientos religiosos pueden ser nuevos en origen o pueden ser parte de una religión más amplia, en cuyo caso serán distintos de aquella denominación religiosa preexistente. Varios autores y científicos sociales actualmente se adscriben a esta nueva definición como una alternativa neutral a la palabra «secta», que a menudo es despectiva.[1] Otros usan ambos términos como sinónimos.[2] La sociología continúa tratando de llegar a definiciones y fijar límites.[3]
Los nuevos movimientos religiosos incluyen una amplia gama de movimientos que van desde aquellos con afiliaciones libres —sobre la base de nuevos enfoques de espiritualidad o religión— o comunitarias que exigen una cantidad considerable de conformidad con el grupo y una identidad social que distingue a sus seguidores de las demás corrientes de la sociedad. El uso del término no es universalmente aceptado por los grupos a los que se aplica.[4] Los nuevos movimientos religiosos no necesariamente comparten un conjunto de atributos particulares, sino que han sido «asignados a la periferia de la cultura religiosa dominante» y «existen en un espacio relativamente impugnado dentro de la sociedad en su conjunto».[5]