Obra de referencia

Ejemplo de una obra de referencia, "Atlas completo de las Islas Británicas".

Las obras de referencia son aquellas que proporcionan una información inmediata y puntual, suficiente y autónoma para el usuario.[1]​ Fueron concebidas para la consulta puntual, para la búsqueda de un dato preciso que aclare o complemente la información. Son obras de consulta rápida. Supone una recopilación del saber y no están concebidas para la lectura continua sino para la consulta pormenorizada de su contenido. También se utilizan cuando se necesitan desarrollar estrategias de búsqueda más amplias.

Estas fuentes pueden presentarse en diferentes formatos, tanto impresas como en formato electrónico. Internet en particular ha aumentado la gama de recursos disponibles para encontrar información.[2][3][4][5][6][7]​ Pero también se pueden clasificar de diversas maneras de acuerdo a marcos teóricos propuestos por los especialistas.[8]

En la actualidad, conviven las obras de referencia tradicionales con un nuevo modelo que aprovecha, para su construcción, las posibilidades de colaboración que ofrece la Web 2.0. Forman parte de la colección general de la unidad de información, pero se apartan y se ponen a disposición en el sector de referencia. "Son aquellas que proporcionan información, inicialmente, suficiente y autónoma para el usuario, tanto si se trata de un texto, una lámina o una fórmula".[5]​ La fuente de un trabajo independiente (por ejemplo, un libro, informe, disertación, tesis, película, serie de televisión, podcast, página web) es el editor del trabajo o archivo, sitio de la red social o el propio sitio web, más cualquier DOI o URL aplicable.[9]

Su utilización corresponde tanto a bibliotecarios y personas relacionadas con la información, como así también, a los diferentes usuarios cuando necesitan desarrollar estrategias de búsqueda más amplias.

El término castellano Referencia procede del anglicismo Reference, que significa consulta. Y es que cuando hablamos de Referencia en la biblioteca nos referimos a la demanda de información concreta, de datos, del usuario. No obstante, también los propios profesionales de la biblioteca van a hacer uso de la Referencia para solventar dudas que le ayuden en su trabajo, sobre todo datos que le sean útiles en la catalogación. Para que exista la Referencia, evidentemente, tiene que haber una colección de Referencia. La colección de referencia estará formada (en la mayoría de los casos, depende de lo completa y variada que sea dicha colección) por las obras de referencia. Las principales obras de esta índole son las siguientes (físicas y online)[10]

  1. Malclés, L.N. (1984). Manuelle de Bibliographie. Paris: Press Universitarire de France. P. 399
  2. Gosling, Mary (2001). Servicio de referencia. Serie Manuales Bibliotecarios. Bogotá: Rojas Eberhard Editores. ISBN 958-9121-59-4. 
  3. Romanos de Tiratel, Susana (2000). Guía de fuentes de información especializadas. Buenos Aires: GREBYD. ISBN 987-98052-1-6. 
  4. Falcato, P (2000). «Información, cultura y sociedad». Guía de fuentes de información especializadas: humanidades y ciencias sociales/Susana Romanos de Tiratel. 
  5. a b Carrizo, Gloria (1994). Manual de fuentes de información. Cegal. ISBN 84-923722-2-2. 
  6. México; Dirección General de Bibliotecas (2001). El servicio de consulta. CONACULTA. ISBN 978-970-18-6558-3. OCLC 906845368. Consultado el 6 de marzo de 2020. 
  7. Morales Campos, Estela (1993). El servicio de consulta. Universidad Nacional Autónoma de México. ISBN 978-968-36-3096-4. OCLC 33008905. Consultado el 6 de marzo de 2020. 
  8. Carrizo Sainero, Gloria. (2000). Manual de fuentes de información. Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros. ISBN 84-923722-2-2. OCLC 970466367. Consultado el 23 de septiembre de 2020. 
  9. «Fuente – Elemento Referencia Bibliográfica – Normas APA». Consultado el 12 de octubre de 2021. 
  10. «Aprende Biblioteconomía: principales Obras de Referencia (físicas y virtuales) en la biblioteca – Academia Auxiliar de Biblioteca». Consultado el 18 de octubre de 2021.