La omnibenevolencia o todo-benevolencia (del latín: omni, bene, volentĭa ‘todo-bien-querencia’) es la cualidad de estar siempre preocupado por el bien de los demás. Esta cualidad es usada como una de las características básicas de Dios dentro de los cultos monoteístas, junto con la omnipotencia, omnisciencia y la omnipresencia. En cambio, la omnimalevolencia o todo-malevolencia sería su contrario y solo a un ser omnipotente podría atribuirse causa absoluta de toda benevolencia, mientras que su contrario (el omnimalevolente) lo es de la malevolencia, o sea, que es lo mismo que la desobediencia (el estado corrompido de lo bueno) del todo benevolente.