Ostalgie es un término alemán usado para referirse a la nostalgia de la vida en tiempos de la antigua República Democrática Alemana (Alemania Oriental). Es un acrónimo de las palabras Ost (Este) y Nostalgie (nostalgia).[1]
Tras la caída del Muro de Berlín en 1989 y la Reunificación alemana al año siguiente, la mayor parte de los recuerdos de la etapa socialista fueron eliminados, al tiempo que los ciudadanos de la República Democrática Alemana (RDA) se integraban en el sistema económico y cultural occidental. Al principio, las marcas de productos de la RDA desaparecieron de las tiendas para ser sustituidas por marcas occidentales, independientemente de la calidad de unas y otras. Sin embargo, según pasaba el tiempo, algunos alemanes del este comenzaron a sentir nostalgia de ciertos aspectos de sus vidas durante la época socialista que ya no existían bajo el capitalismo. En concreto, la Ostalgie se refiere a la nostalgia de aspectos de la cultura y el día a día de la RDA que desaparecieron tras la Reunificación.[1]
No obstante, muchos alemanes desde ambos lados de la frontera niegan la existencia de estas divisiones culturales. Mientras, muchos negocios en Alemania han advertido el potencial de este movimiento y han comenzado a comercializar productos que recuerdan al antiguo régimen o que imitan a los entonces existentes. Por ejemplo, es posible adquirir en la actualidad alimentos de marcas de la RDA que habían desaparecido, obtener videos y DVD de programas de la televisión pública socialista y comprar coches de las marcas Wartburg y Trabant. Además, el tema fue tratado años después en numerosas películas, como Sonnenallee (1999), de Leander Haußmann; la exitosa Good Bye, Lenin! (2003), de Wolfgang Becker; y Kleinruppin forever (2004), de Carsten Fiebeler.
El término Ostalgie (junto a soviet chic) se ha usado en ocasiones para referirse a la nostalgia de otros sistemas socialistas de otros países de Europa del Este, sobre todo Polonia y la extinta URSS.