El padrino o madrina es una figura común en la Iglesia Católica. Asiste a otra persona en ciertos sacramentos, con origen en el siglo II, de origen religioso,[1] y, posteriormente, pasó a obtener diferentes significados dependiendo de la religión y el código civil.[1] Según Corpus Iuris Civilis, el sentido original de patrocinio, y que sigue siendo el más amplio sentido, es un servicio que debe realizar un individuo que tiene una deuda que pagar al padre o madre con el patrocinio de uno o más hijos de la pareja, una especie de tributo voluntario dado a la familia de la pareja a lo largo de toda la vida.no pueden ser Madrina y Padrino del mismo núcleo familiar. [2]
En el pasado, en algunos países, la función conllevaba algunas obligaciones legales, además de responsabilidades religiosas.[3] Tanto desde el punto de vista religioso como civil, un padrino suele ser una persona elegida por los padres para interesarse por la crianza y el desarrollo personal del niño, ofrecer tutoría o reclamar la tutelaía legal del niño si algo les sucediera a los padres.[4][5] Un padrino varón es un padrino, y una madrina mujer es una madrina. El niño es un ahijado (es decir, ahijado para los niños y ahijada para las niñas).