Una pelota de tenis es un objeto esférico de pequeño diámetro (especialmente en comparación con la medida de otras pelotas) que se utiliza en la práctica del deporte homónimo. Para impulsarla se utiliza una raqueta. Un profesional puede hacer que llegue a coger una velocidad de 263 km/h. Se recubre con fieltro (en general de color amarillo fluorescente con rayas de separación blancas), puesto que es el «color más visible por el ojo humano» y permite una trayectoria más correcta, en comparación con una totalmente lisa.[1] De media, una pelota de tenis pesa de 56 a 58 gramos.[2][3]