La peste antonina, 165-180, conocida también como la plaga de Galeno,[1] porque fue este famoso médico quien la describió, fue una epidemia de viruela[2] o sarampión que afectó al Imperio romano. Fue llevada por las tropas que regresaban de la guerra pártica de Lucio Vero en Mesopotamia. La epidemia pudo causar la muerte del emperador romano Lucio Vero, quien falleció en 169 como corregente de Marco Aurelio, cuyo nombre de familia «Antonino» quedó asociado a la pandemia. La enfermedad volvió a estallar nueve años más tarde, según el historiador romano Dion Casio, y causó hasta 2000 muertes por día en Roma, una cuarta parte de las personas infectadas murió por ella. Se ha estimado que perecieron cinco millones de personas en total, aproximadamente un tercio de la población en algunas zonas, y, además, diezmó al ejército romano.