Piel humana | ||
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Una vista de cerca de una piel humana caucásica. | ||
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Nombre y clasificación | ||
Latín | [TA]: cutis | |
TA | A16.0.00.002 | |
TH | H3.12.00.1.00001 | |
TH | H3.12.00.1.00001 | |
Gray | pág.1065 | |
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La piel humana es la cubierta exterior del cuerpo y forma parte del sistema tegumentario. La piel humana es el órgano más grande, extenso y pesado del cuerpo (alrededor de 10 % de la masa corporal total de un adulto medio).[1] En adultos, su superficie es de aproximadamente 1,8 m2,[2][3] su grosor varía de 0,5 mm (en los párpados) a 4-5 mm (parte superior de la espalda en particular)[4] . Sin embargo, su superficie de intercambio es mucho más pequeña que la del pulmón (140 m2) o la del intestino (300 m2) y es mucho menos permeable.[5] La especialidad de la medicina que se ocupa de la piel y sus afecciones es la dermatología.
La piel tiene capas que protegen los músculos, huesos, ligamentos y órganos internos. La piel humana es similar a la piel de la mayoría de los otros mamíferos. Aunque casi toda la piel humana está cubierta de folículos pilosos, puede parecer sin pelo. Hay dos tipos generales de piel, piel peluda y piel lampiña (sin pelo). El adjetivo cutáneo significa literalmente "de la piel" (del latín cutis, piel). Debido a que interactúa con el medio ambiente, la piel juega un papel importante en la inmunidad al proteger el cuerpo contra los patógenos y la pérdida excesiva de agua. Sus otras funciones son el aislamiento, la regulación de la temperatura, la sensación, la síntesis de vitamina D y la protección de los folatos de vitamina B. En los seres humanos, la pigmentación de la piel (afectada por la melanina) varía entre las poblaciones, y el tipo de piel puede variar de seca a no seca y de grasa a no grasa. Tal variedad de piel proporciona un hábitat rico y diverso para bacterias que suman aproximadamente 1000 especies de 19 filos, presentes en la piel humana.