Pit stop es la denominación en lengua inglesa de lo que en español tradicionalmente se ha conocido como parada en boxes, término utilizado en las carreras de motor para aludir a la parada que hace un vehículo durante la competición para repostar, cambiar los neumáticos, hacer reparaciones o ajustes mecánicos o cambiar el conductor. La calle de boxes (pit lane)[1] es la pista asfaltada que conecta el circuito con el pit stop, y que normalmente transcurre en paralelo a la recta final e inicial del circuito.
En el pit stop pueden estar trabajando un número variable de entre 5 y 20 mecánicos, dependiendo del tipo de carrera, mientras que el conductor permanece esperando dentro del vehículo (salvo que precisamente se proceda al cambio de conductor).
Las paradas en el pit stop permiten a los coches llevar menos combustible y utilizar neumáticos de menor duración, lo que a su vez les permite mejorar el rendimiento en carrera. Los equipos normalmente planean un número de paradas determinado para cada carrera, en función de las características del vehículo, capacidad de combustible, consumo, vida útil de los neumáticos y un estudio comparativo entre el tiempo que pierde el vehículo en cada parada y el tiempo que se gana por la mayor eficiencia del vehículo en pista.
Los pit (o boxes) normalmente se sitúan en un tramo de pista paralelo a la pista de carreras, cerca de la línea de salida. Allí se disponen un número de talleres mecánicos -normalmente, uno para cada equipo en competición- en los que se realizan las operaciones técnicas requeridas durante el curso normal de la carrera. Esta tarea se encomienda a un equipo técnico de alrededor de veinte personas –llamado pit crew– que actúa rápidamente mientras el piloto permanece en el vehículo. En las competiciones estadounidenses racing, la calle de boxes consiste en cierto número de puestos fijos separados del circuito por un muro de hormigón; mientras que en las competiciones de tipo europeo –como la Fórmula 1– los talleres mecánicos no están separados de la pista por carretera alguna, y las reparaciones se realizan en el espacio directamente inmediato a la salida del taller.
Las paradas técnicas tienen una gran importancia en el curso de la carrera, y la mayoría de equipos suele diseñar una estrategia técnica específica para cada circuito. Así, un vehículo puede iniciar la carrera con menos combustible –lo que le hará ser más ligero y más rápido– o escoger neumáticos de diferentes durezas según las condiciones de la pista. Las paradas tienen un gran valor estratégico, en tanto que el tiempo invertido en estas intervenciones de mantenimiento pueden significar una gran diferencia en el orden de carrera. Los equipos de carreras, conscientes de ello, planean con antelación una estrategia de paradas en boxes, que vienen determinadas por la capacidad del depósito de combustible del vehículo, el desgaste de neumáticos y la inversión de tiempo que pueden llevar estas operaciones. La optimización de esta estrategia de pit, el número de paradas y el momento en que se hacen tienen un valor crucial en el resultado de la carrera. Las paradas de reparaciones, que suelen suponer una mayor inversión de tiempo, se convierten por tanto en factores esenciales para el éxito de un piloto, en tanto que los demás vehículos en pista pueden adquirir una ventaja significativa mientras un vehículo se detiene para realizar estas intervenciones de mantenimiento.