Plataforma Orbital Lunar Gateway | ||
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Operador | Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio | |
Propiedades de la nave | ||
Masa de lanzamiento | 63 000 kilogramos | |
Comienzo de la misión | ||
Lanzamiento | noviembre de 2024 (planeado) | |
Vehículo | Falcon Heavy | |
Lugar | plataforma de lanzamiento 39A | |
Insignia de la misión Plataforma Orbital Lunar Gateway | ||
La Plataforma Orbital Lunar Gateway (LOP-G por sus siglas en inglés, Lunar Orbital Platform), también conocida como Lunar Gateway o simplemente Gateway, es una estación espacial propuesta en órbita lunar destinada a servir como centro de comunicaciones alimentado por energía solar, laboratorio de ciencias, módulo de habitación a corto plazo y área de espera para rovers y otros robots.[1]
Si bien el proyecto está liderado por la NASA, la Gateway está destinada a ser desarrollada, mantenida y utilizada en colaboración con socios comerciales e internacionales. Servirá como punto de partida para la exploración robótica y tripulada del polo sur lunar, y es el punto de partida propuesto para el concepto de transporte espacial profundo de la NASA para el transporte a Marte.[2][3][4]
Se espera que las disciplinas científicas que se estudiarán en la Gateway incluyan ciencia planetaria, astrofísica, observaciones de la Tierra, heliofísica, biología espacial fundamental y salud y rendimiento humanos.[5]
El desarrollo de Gateway incluye a cuatro de los socios de la Estación Espacial Internacional: ESA, NASA, JAXA y CSA. Se planea que la construcción tenga lugar en la década de 2020.[3][6][7] El Grupo Internacional de Coordinación de Exploración Espacial (ISECG), que está compuesto por 14 agencias espaciales, incluida la NASA, ha concluido que Gateway será fundamental para expandir la presencia humana en la Luna, Marte y más profundamente en el Sistema Solar.[8] Anteriormente conocida como Deep Space Gateway (Portal de Espacio Profundo), la estación fue renombrada en la propuesta de 2018 de la NASA para el presupuesto federal de Estados Unidos de 2019.[9][10] Cuando se completó el proceso de presupuestación, el Congreso había comprometido US$ 450 millones para estudios preliminares.[11][12]