Un prejuicio (del lat. praeiudicium, ‘juzgado de antemano’)[1] es el proceso de formación de un concepto o juicio sobre alguna persona, objeto o idea de manera anticipada. En términos psicológicos, es una actividad mental inconsciente que distorsiona la percepción.[2][3]
La palabra se utiliza a menudo para referirse a una evaluación preconcebida (normalmente desfavorable) o clasificación de otra persona basada en las características personales percibidas de esa persona, como identidad política, sexo, género, identidad de género, creencias, valores, clase social, edad, discapacidad, religión, sexualidad, raza, etnia, lengua, nacionalidad, cultura, complexión, belleza, altura, peso corporal, ocupación, riqueza, educación, criminalidad, afiliación a un equipo deportivo, gustos musicales u otras características percibidas. [4]