Una prelatura personal es una institución de la Iglesia católica erigida por la Sede Apostólica para llevar a cabo obras pastorales o misionales en favor de varias regiones o de diversos grupos sociales. Al frente de la prelatura personal está un prelado que, ayudado por los presbíteros y diáconos incardinados en la prelatura, y de laicos incorporados a ella, realiza su tarea pastoral en beneficio de los fieles.[1]
Existe en la Iglesia católica otra figura denominada también prelatura, la prelatura territorial. Esta es una cuasi-diócesis, se rige por el derecho común de la Iglesia (no por estatutos) y tiene un pueblo propio formado principalmente por laicos, al que el prelado y su presbiterio prestan la atención pastoral ordinaria.
Existe actualmente una única prelatura personal católica: la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, erigida por el papa Juan Pablo II en 1982, que originalmente dependía de la entonces denominada Sagrada Congregación para los Obispos, y como consecuencia de las reformas introducidas por el papa Francisco a través de la constitución apostólica Praedicate evangelium y el motu proprio Ad charisma tuendum, desde el 4 de agosto de 2022 depende, como otras prelaturas personales posibles, del Dicasterio para el Clero.