Primera Intifada | ||||
---|---|---|---|---|
Conflicto árabe-israelí Parte de conflicto israelí-palestino e intifada | ||||
Enfrentamientos entre Palestinos y soldados israelíes en la Franja de Gaza, el 21 de diciembre de 1987. | ||||
Fecha | 9 de diciembre de 1987 - 13 de septiembre de 1993 | |||
Lugar | Franja de Gaza, Cisjordania, Israel | |||
Resultado |
| |||
Beligerantes | ||||
| ||||
Comandantes | ||||
| ||||
Bajas | ||||
| ||||
| ||||
La Primera Intifada (en árabe: الانتفاضة الأولى, romanizado: al-Intifāḍa al-’Ūlā, lit. 'La primera revuelta'), Primera intifada palestina[1] o «revuelta de las piedras», fue una serie sostenida de protestas, actos de desobediencia civil y disturbios llevados a cabo por palestinos en Israel y en los Territorios Palestinos ocupados por Israel.[2] Fue motivado por la frustración colectiva palestina alrededor de la ocupación militar israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza, que al momento estaba por llegar a su vigésimo aniversario, habiendo empezado justo después de la guerra árabe-israelita de 1967.[3]La revuelta se extendió entre diciembre de 1987 y la Conferencia de Paz de Madrid de 1991, aunque algunos marcan su conclusión en 1993, con la firma de los Acuerdos de Oslo.
Se trató de un movimiento popular en contra de las fuerzas israelíes con el objetivo de poner fin a las asfixiantes condiciones sociales en que vivían los palestinos; una gran tasa de desempleo, restricciones de movimiento, la represión sistemática a toda la población por parte de las fuerzas de ocupación, la negativa a reconocer el derecho de autodeterminación del pueblo palestino así como la oposición a la construcción de estructuras estatales en Palestina, en suma, la ausencia total de posibilidades reales de un futuro digno para los palestinos fueron los catalizadores de esta sublevación caracterizada por acciones de desobediencia civil generalizada en contra del poder ocupante.
La Intifada surgió como reclamo popular al asesinato de cuatro trabajadores palestinos del campo de refugiados de Jabalia, que fueron embestidos por un camión militar israelí el 9 de diciembre de 1987.[4][5] Los palestinos afirmaron que la colisión fue una respuesta deliberada por el asesinato de una israelí en Gaza unos días atrás.[6] Israel negó que el choque, que ocurrió en un momento de tensiones en aumento, fuera intencional o coordinado.[4] Dos días después se produjeron los primeros enfrentamientos entre jóvenes palestinos y el ejército israelí. En los días siguientes, se produjeron numerosas manifestaciones en la mayoría de las ciudades palestinas, extendiéndose a toda Gaza y Cisjordania. La respuesta palestina se caracterizó por protestas, desobediencia civil y violencia.[7][8]Se hicieron grafitis, barricadas,[9][10] y se lanzaron piedras (de donde proviene el nombre de «revuelta de las piedras») y cocteles Molotov de manera generalizada hacia el ejército israelí y su infraestructura dentro de Cisjordania y la Franja de Gaza. Estas acciones contrastaron con esfuerzos civiles que incluyeron huelgas generales, boicots a instituciones de la Administración Civil israelí en la Franja de Gaza y Cisjordania, un boicot económico que incluyó negativas a trabajar en asentamientos israelíes en productos israelíes, negativas a pagar impuestos, y negativas a conducir autos palestinos con placas israelíes.
La revuelta popular se inició sin un mando político definido y, en un principio, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se mantuvo al margen de las acciones, pero al poco tiempo del levantamiento popular surgió el Mando Nacional Unificado (MNU) que sería el encargado de garantizar la perduración de la Intifada.[11]
Israel desplegó alrededor de 80.000 soldados en respuesta. Las contramedidas israelíes, que incluyeron inicialmente el uso de balas reales frecuentemente en casos de disturbios, fueron criticadas como desproporcionadas por la Human Rights Watch, además del uso excesivo de la fuerza letal por parte de Israel.[12] En los primeros 13 meses, 332 palestinos y 12 israelíes fueron asesinados.[13][14] Imágenes de soldados golpeando con garrotes a adolescentes palestinos llevaron a que se adoptara el uso de balas plásticas casi letales.[13] Durante los seis años de la intifada, el ejército israelí asesinó al menos 1.087 palestinos, de los cuales 240 eran niños.[15]
Entre los israelíes, 100 civiles y 60 soldados fueron asesinados,[15]a menudo a manos de militantes por fuera del control del Mando Nacional Unificado,[16] y más de 1.400 civiles y 1.700 soldados fueron heridos.[17] La violencia intrapalestina fue también un rasgo destacado de la Intifada, con ejecuciones generalizadas de un estimado de 822 palestinos, que murieron acusados de ser colaboradores israelíes (1988 - abril de 1994).[18]En ese momento se hicieron reportes de que Israel había obtenido información de manos de unos 18.000 palestinos que se habían visto implicados,[19] si bien menos de la mitad tenía contactos demostrados con autoridades israelís.[20]La Segunda Intifada subsiguiente tuvo lugar entre septiembre de 2000 y 2005.