Programa de Vigilancia del Presidente

Portada del informe no clasificado del 10 de julio de 2009 sobre el PSP.
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El Programa de Vigilancia del Presidente (en inglés: President's Surveillance Program; o por sus siglas, PSP) es un conjunto de actividades secretas de inteligencia autorizadas por el entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 como parte de la guerra contra el terrorismo. Los datos recopilados en el marco de este programa se protegió dentro de un departamento de seguridad de Información Sensible Compartimentada (SCI) cuyo nombre en clave era Stellar Wind.[1]

El último beneplácito presidencial expiró el 1 de febrero de 2007, pero algunas de las operaciones de recolección continuaron, primero bajo la autoridad de la Ley de Protección de América de 2007 (PAA), aprobada en agosto de ese año, y después bajo la Ley de Enmiendas a la FISA (FAA), promulgada en julio de 2008.[2]

Una sección del programa era el Programa de Vigilancia del Terrorismo, que autorizaba escuchas telefónicas sin orden judicial de telecomunicaciones internacionales cuando se creía que una de las partes de la comunicación estaba afiliada a Al Qaeda. Según se informa, las otras actividades incluían la minería de datos de mensajes de correo electrónico[3]​ y registros detallados de llamadas telefónicas en la base de datos de telefonía de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), denominada MAINWAY.[4]

En 2007, el fiscal general reconoció públicamente la existencia de otros operativos de inteligencia amparados por las mismas autorizaciones presidenciales.[2]​ El alcance total del Programa de Vigilancia del Presidente se reveló en junio de 2013, cuando The Guardian publicó un informe altamente clasificado del inspector general de la NSA, en el que se describía cómo se estableció y evolucionó el programa desde septiembre de 2001 hasta enero de 2007.[1]

Las actividades del PSP fueron reautorizadas periódicamente por el presidente, y posteriormente se transfirieron a la competencia otorgada en la Ley de Enmiendas del 2008 a la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera de 1978 (FISA). La ley exigía a los inspectores generales de todas las agencias de inteligencia implicadas en el programa que «completaran una revisión exhaustiva» de las actividades hasta el 17 de enero de 2007, y elaboraran un informe sin clasificar en el plazo de un año tras la promulgación. El informe publicado el 10 de julio de 2009 concluyó que el programa del presidente implicaba «actividades de recopilación sin precedentes» que iban mucho más allá del ámbito del Programa de Vigilancia del Terrorismo.[2]​ El informe planteaba cuestiones sobre los fundamentos legales de las autorizaciones, la falta de supervisión, el secretismo excesivo y la eficacia del programa.[5][6]​ El informe concluía que el programa se basaba en un análisis jurídico «defectuoso desde el punto de vista de los hechos».[7]

La divulgación pública del Programa de Vigilancia del Terrorismo (TSP) en 2005 encendió la controversia sobre la vigilancia sin orden judicial de la NSA. Los demás aspectos clasificados del programa también suscitaron serias preocupaciones en el Departamento de Justicia (DoJ) sobre el estatus jurídico del programa y su posible efecto en futuros procesos penales. Esto provocó conflictos con la Casa Blanca que desembocaron en un dramático enfrentamiento en 2004 junto a la cama del hospital del fiscal general enfermo, y casi provoca la dimisión masiva de altos funcionarios de Justicia en protesta por la anulación de sus privilegios.[8]​ El informe sobre el programa también se publicó durante un período de intensas negociaciones sobre el texto propuesto en la Ley de Autorización de Inteligencia para el año fiscal 2010. Esto modificaría la Ley de Seguridad Nacional de 1947, aumentando los requisitos para informar al Congreso sobre algunos programas de inteligencia clasificados como éste —el presidente Barack Obama amenazó con vetar el proyecto de ley por esa cuestión—.[9]

  1. a b «NSA inspector general report on email and internet data collection under Stellar Wind – full document». The Guardian (en inglés). 27 de junio de 2013. Archivado desde el original el 28 de febrero de 2023. Consultado el 30 de marzo de 2023. 
  2. a b c Oficinas de los inspectores generales del DoD, DoJ, CIA, NSA y ODNI (10 de julio de 2009). «Unclassified Report on the President's Surveillance Program» [Informe no clasificado sobre el Programa de Vigilancia del Presidente] (PDF). Federación de Científicos Estadounidenses | Programa de Recursos de Inteligencia (en inglés). VIII. CONCLUSION. Archivado desde el original el 30 de diciembre de 2022. Consultado el 30 de marzo de 2023. «Finally, the collection activities pursued under the PSP, and under FISA following the PSP's transition to that authority, involved unprecedented collection activities. We believe the retention and use by IC organizations of information collected under the PSP and FISA should be carefully monitored.» 
  3. Lichtblau, Eric; Risen, James (10 de julio de 2009). «U.S. Wiretapping of Limited Value, Officials Report». The New York Times (en inglés). Archivado desde el original el 11 de octubre de 2022. Consultado el 30 de marzo de 2023. «The report states that at the same time Mr. Bush authorized the warrantless wiretapping operation, he also signed off on other surveillance programs that the government has never publicly acknowledged. While the report does not identify them, current and former officials say that those programs included data mining of e-mail messages of Americans.» 
  4. Cauley, Leslie (10 de mayo de 2006). «NSA has massive database of Americans' phone calls». USA Today (en inglés). Archivado desde el original el 26 de septiembre de 2020. Consultado el 30 de marzo de 2023. «The National Security Agency has been secretly collecting the phone call records of tens of millions of Americans, using data provided by AT&T, Verizon and BellSouth, people with direct knowledge of the arrangement told USA TODAY.» 
  5. Hess, Pamela (11 de julio de 2009). «Report: Too few officials knew of surveillance». Google (en inglés) (Washington D. C.). Associated Press. Archivado desde el original el 15 de julio de 2009. Consultado el 30 de marzo de 2023. «Not enough relevant officials were aware of the size and depth of an unprecedented surveillance program started under President George W. Bush, let alone signed off on it, a team of federal inspectors general found.
    The Bush White House pulled in a great quantity of information far beyond the warrantless wiretapping previously acknowledged, the IGs reported. They questioned the legal basis for the effort but shielded almost all details on grounds they're still too secret to reveal.»
     
  6. Taylor, Marisa (11 de julio de 2009). «Report: Effectiveness of Bush wiretap program disputed». Miami Herald (en inglés). The McClatchy Company. «A declassified intelligence report faults the Bush administration's secrecy about its warrantless wiretap program. Despite the Bush administration's insistence that its warrantless eavesdropping program was necessary to protect the country from another terrorist attack, FBI agents, CIA analysts and other officials had difficulty evaluating its effectiveness, according to an unclassified government report made public Friday.» 
  7. «Bush-era wiretap program had limited results, report finds». CNN | Politics (en inglés) (Washington D. C.). 12 de julio de 2009. Archivado desde el original el 8 de enero de 2023. Consultado el 30 de marzo de 2023. «Former Deputy Attorney General James Comey, who took part in that face-off, told investigators that the program's original authorization "involved ignoring an act of Congress, and doing so without full congressional notification."
    That line drew the ire of House Speaker Nancy Pelosi, who issued a statement Friday declaring that "no president should be able to operate outside the law."».
     
  8. Johnson, Carrie; Nakashima, Ellen (11 de julio de 2009). «Report: Wiretaps risked a crisis». The Philadelphia Inquirer (en inglés) (Washington D. C.). The Washington Post. Archivado desde el original el 15 de agosto de 2022. Consultado el 30 de marzo de 2023. «The Bush White House so strictly controlled access to its warrantless-eavesdropping program that only three Justice Department lawyers were aware of the plan, which nearly ignited mass resignations and a constitutional crisis when a wider circle of administration officials began to question its legality, according to a watchdog report released yesterday.» 
  9. Shane, Scott (11 de julio de 2009). «Cheney Is Linked to Concealment of C.I.A. Project». The New York Times (en inglés). Archivado desde el original el 4 de noviembre de 2022. Consultado el 30 de marzo de 2023. «Democrats in Congress, who contend that the Bush administration improperly limited Congressional briefings on intelligence, are seeking to change the National Security Act to permit the full intelligence committees to be briefed on more matters. President Obama, however, has threatened to veto the intelligence authorization bill if the changes go too far, and the proposal is now being negotiated by the White House and the intelligence committees.»