A las puertas de apertura inversa se les debe llamar puertas de vagón.[1] Coloquialmente se les suele llamar puertas de suicidio (o "puertas suicidas") en EE. UU.. En Inglaterra, empero les llaman puertas de vagón.[2] Se trata de un tipo de puertas usadas en algunos automóviles que se caracterizan por abrirse en dirección contraria a las puertas convencionales más comunes, es decir, las bisagras están en la parte trasera de la puerta (la más cercana a la parte posterior del vehículo) y el picaporte en la parte delantera, abriéndose "a favor" del sentido de la marcha del vehículo.
Este sistema puede usarse en las puertas delanteras (que serían las dos únicas puertas de acceso al habitáculo en un coche de dos puertas tipo cupé) o en las puertas traseras, donde normalmente va montado con puertas delanteras convencionales. En estos casos suelen denominarse puertas tipo concha pues cada puerta abre hacia un lado, aun cuando no ocurre como en las valvas de una concha donde las valvas están superpuestas y las bisagras son comunes. La inspiración en el mundo animal para el diseño de automóviles es algo normal y suele generar estructuras que frecuentemente pasan a denominarse como el animal correspondiente.
Las puertas suicidas fueron comunes entre diversas marcas como Peugeot en sus modelos primitivos. A partir de los años 1960 han sido poco habituales y su inclusión en modelos de serie podría decirse que nunca ha desaparecido, pero ha sido excepcional. Las marcas de automóviles no suelen emplear el término puertas suicidas por las connotaciones negativas del término. Rolls Royce y Mazda han redefinido el término con expresiones como puertas de bisagras traseras, puertas estilo autobús o puertas de estilo libre. Opel en su modelo Meriva usó el término FlexDoor para sus campañas publicitarias.