La pupa es el estado por el que pasan algunos insectos en el curso de la metamorfosis que los lleva del último estado de larva al de imago o adulto.
A diferencia de los estados larvales, el de pupa es un estado de relativa inactividad aparente, que es muy activo en realidad. Muchos se ocultan o encierran en una cápsula para protegerse mientras los órganos juveniles absorben y el organismo adopta una estructura totalmente diferente. No se alimentan y suelen estar inmóviles, aunque las pupas de los mosquitos tienen tanta capacidad de movimiento como muchas larvas, para evitar los depredadores. Solo los insectos holometábolos pasan por un estadio de pupa y es esta transición lo que caracteriza al superorden Endopterygota, que abarca más de 700 000 especies en los órdenes Megaloptera, Neuroptera, Raphidioptera, Coleoptera, Strepsiptera, Hymenoptera, Lepidoptera, Trichoptera, Diptera, Mecoptera y Siphonaptera.
Durante esta fase, progresivamente desarrolla patas y alas, que no están presentes en la larva, y su cuerpo adopta la característica estructura tripartita de cabeza, tórax y abdomen. El proceso puede llevar apenas un par de semanas, como en algunas mariposas, o servir adicionalmente como fase de reposo (dormancia) en la que el insecto espera que las condiciones ambientales se tornen favorables. Algunas pupas pasan en esa forma todo el invierno, o los meses más cálidos en el trópico, o aun varios años.[1][2]