Las regiones de la antigua Grecia eran las áreas identificadas por los antiguos griegos como subdivisiones geográficas del mundo helénico. Estas regiones fueron descritas en las obras de los antiguos historiadores y geógrafos, y también en las leyendas y los mitos de los mismos griegos antiguos.
Conceptualmente, no hay ningún tema claro que estructure esas regiones. Algunas, sobre todo en el Peloponeso, se pueden ver principalmente como unidades geofísicas distintivas, bien definidas por límites físicos claros como cordilleras o ríos. Esas regiones conservaron su identidad, incluso cuando la identidad de los pueblos que vivieron en ellas cambió durante la Edad Oscura griega (o, al menos, los griegos pensaban que había cambiado). Contrariamente, la división de la Grecia Central entre Beocia, Fócida, Dórida y las tres partes de Lócrida, no pueden entenderse como una división lógica por los límites físicos, y en cambio parece seguir antiguas divisiones tribales. Sin embargo, esas regiones también sobrevivieron a la agitación de la Edad Oscura griega, mostrando que habían adquirido al menos connotaciones políticas. Fuera del Peloponeso y de la Grecia Central, las divisiones geográficas e identidades cambiaron a lo largo del tiempo lo que sugiere una relación más estrecha con la identidad tribal. Con el tiempo, sin embargo, todas las regiones también adquirieron significados geo-políticos, y los órganos políticos que unieron las ciudades de una región (como la Liga Arcadia) se hicieron comunes en el periodo clásico. Estas divisiones tradicionales constituyen aún hoy la base del moderno sistema de unidades periféricas de Grecia. Sin embargo, hay diferencias importantes, no estando muchas de las antiguas regiones más pequeñas representadas en el sistema actual. Para entender completamente la historia antigua de Grecia, por tanto, se requiere una descripción más detallada de las regiones antiguas.