Registro de temperaturas

Media global del cambio de temperatura en tierra y mar en 1880-2014, respecto a la media de 1951-1980. La línea negra es la media anual y la roja la media móvil de cinco años. Las barras verdes indican estimaciones de incertidumbre. Fuente: NASA GISS.

El registro de temperaturas muestra las fluctuaciones de la temperatura de la atmósfera y de los océanos a través de varios tramos de tiempo. La información más detallada existente comienza en 1850, cuando empiezan los registros metódicos de termometría. Existen numerosas estimaciones de temperaturas desde finales de la glaciación del Pleistoceno, particularmente durante la época del Holoceno, y periodos más antiguos son estudiados por la paleoclimatología.

Los cambios de temperatura varían a lo largo del mundo, pero desde 1880, la temperatura promedio de la superficie de la Tierra ha aumentado alrededor de 0.8 °C.[1]​ La velocidad de calentamiento casi se duplicó en la segunda mitad de dicho periodo (0.13 ± 0.03 °C por década, versus 0.07 ± 0.02 °C por década). El efecto isla de calor es muy pequeño, estimado en menos de 0.002 °C de calentamiento por década desde 1900.[2]​ Desde 1979 y según las mediciones de temperatura por satélite, las temperaturas en la troposfera inferior se han incrementado entre 0.13 y 0.22 °C por década. Los proxies climáticos demuestran que la temperatura se ha mantenido relativamente estable durante mil o dos mil años hasta 1850, con fluctuaciones que varían regionalmente tales como el período cálido medieval y la Pequeña edad de hielo.[3]

La animación de la NASA retrata los cambios en la temperatura superficial global desde 1880 hasta 2023. El color azul indica temperaturas más frías y el rojo indica temperaturas más cálidas.

El calentamiento que se evidencia en los registros de temperatura instrumental es coherente con una amplia gama de observaciones, de acuerdo con lo documentado por muchos equipos científicos independientes.[4]​ Algunos ejemplos son la subida del nivel del mar debido a la fusión de la nieve y el hielo y la expansión del agua al calentarse por encima de 3.98 °C (dilatación térmica),[5]​ el derretimiento generalizado de la nieve y el hielo con base en tierra,[6]​ el aumento del contenido oceánico de calor,[4]​ el aumento de la humedad[4]​ y la precocidad de los eventos primaverales,[7]​ por ejemplo, la floración de las plantas.[8]​ La probabilidad de que estos cambios pudieran haber ocurrido por azar es virtualmente cero.[4]

Mucho del calentamiento observado ocurrió durante dos periodos: 1910 a 1945 y 1976 a 2000; la zona de enfriamiento de 1945 a 1976 ha sido mayormente atribuida al aerosol de sulfato.[9]​ Sin embargo, un estudio en 2008 sugirió que la caída de temperatura de cerca de 0.3 °C en 1945 se podría deber al aparente resultado de sesgos instrumentales no corregidos en la temperatura del mar.[10]

Dieciséis de los diecisiete años más cálidos del registro instrumental han ocurrido desde 2000.[11]​ Pese a que los años récords pueden atraer considerable interés público, los años individuales son menos significativos que la tendencia general. Debido a ello algunos climatólogos han criticado la atención que la prensa popular da a las estadísticas del «año más caluroso»; por ejemplo, Gavin Schmidt señaló que «las tendencias a largo plazo o la serie prevista de récords son mucho más importantes que si un año particular es récord o no».[12]

  1. NASA (16 de enero de 2015). «NASA, NOAA Find 2014 Warmest Year in Modern Record» (en inglés). 
  2. Trenberth et al., Ch. 3, Observations: Atmospheric Surface and Climate Change Archivado el 24 de septiembre de 2017 en Wayback Machine., Section 3.2.2.2: Urban Heat Islands and Land Use Effects Archivado el 12 de mayo de 2014 en Wayback Machine., p. 244 Archivado el 23 de octubre de 2017 en Wayback Machine. (en inglés), en IPCC AR4 WG1, 2007.
  3. Jansen et al., Ch. 6, Palaeoclimate Archivado el 25 de noviembre de 2013 en Wayback Machine., Section 6.6.1.1: What Do Reconstructions Based on Palaeoclimatic Proxies Show? Archivado el 28 de marzo de 2015 en Wayback Machine., pp. 466-478 Archivado el 24 de mayo de 2010 en Wayback Machine. (en inglés), en IPCC AR4 WG1, 2007.
  4. a b c d Kennedy, J. J., et al. (2010). «How do we know the world has warmed? en: 2. Global Climate, en: State of the Climate in 2009». Bull.Amer.Meteor.Soc. (en inglés) 91 (7): 26. 
  5. Kennedy, C. (10 de julio de 2012). ClimateWatch Magazine >> State of the Climate: 2011 Global Sea Level (en inglés). NOAA Climate Services Portal. Archivado desde el original el 12 de mayo de 2013. Consultado el 18 de noviembre de 2014. 
  6. «Summary for Policymakers». Direct Observations of Recent Climate Change (en inglés). Archivado desde el original el 16 de mayo de 2016. Consultado el 25 de febrero de 2020. , en IPCC AR4 WG1, 2007
  7. «Summary for Policymakers». B. Current knowledge about observed impacts of climate change on the natural and human environment (en inglés). , en IPCC AR4 WG2, 2007
  8. Rosenzweig, C., et al.. «Ch 1: Assessment of Observed Changes and Responses in Natural and Managed Systems». Sec 1.3.5.1 Changes in phenology (en inglés). , en IPCC AR4 WG2, 2007, p. 99
  9. Houghton et al.(eds) (2001). «Climate Change 2001: Working Group I: The Scientific Basis – Chapter 12: Detection of Climate Change and Attribution of Causes». IPCC. Archivado desde el original el 11 de julio de 2007. Consultado el 13 de julio de 2007. 
  10. DWJ Thompson, JJ Kennedy, JM Wallace, PD Jones (2008). «Una discontinuidad importante en la mitad del siglo XX, en observar la temperatura media global de la superficie». Nature 453: 646-649. doi:10.1038/nature06982. 
  11. (En inglés.) «U.S. scientists officially declare 2016 the hottest year on record. That makes three in a row.» Washington Post.
  12. Schmidt, Gavin (22 de enero de 2015). «Thoughts on 2014 and ongoing temperature trends». Consultado el 4 de septiembre de 2015.