Renegado es un término peyorativo con el que se designa, por parte de la religión que ha abandonado, a quien es calificado como converso por parte de la religión que ha adoptado.[1] Renegar es equivalente a abjurar.[2]
A veces se aplica a quien reniega de otro tipo de creencias, como la ideología política o la identificación nacional; o a quien sale de una institución o agrupación (familia, ejército, club deportivo), sobre todo si lo hace para unirse a una institución o agrupación rival, de forma equivalente al término traidor.
Con un sentido no peyorativo, sino positivo, se utiliza el término abjuración, para designar el abandono de una creencia o de una fidelidad, como en el Acta de abjuración de 1581 con el que se declaró la independencia de los Países Bajos o en la famosa abjuración o retractación de Galileo Galilei.[3] El término se empleó también en Francia tras la revocación del Edicto de Nantes en 1685, para designar el acta por el que se obligaba a los protestantes a renunciar a la religión protestante para adherir a la religión católica. Un término equivalente es el de apostasía, que no implica que la renuncia sea siempre a una religión sino que se refiere igualmente a opiniones y doctrinas.[4]