En los Países Bajos, un monumento nacional es una propiedad (un edificio u objeto, o sus restos) que tiene una importancia general por su belleza, su importancia para la ciencia o su valor histórico-cultural. Una designación más correcta es «monumento protegido según la Ley del Patrimonio de los Países Bajos».
Hasta 2012, un monumento tenía que haber sido construido hace 50 años o más para ser elegible para la protección bajo la Ley de Monumentos y Edificios Históricos. A partir del 1 de enero de 2012, este criterio ha sido eliminado. Los municipios y las provincias suelen proteger también los monumentos (que luego se denominan monumentos municipales y provinciales).
A finales de febrero de 2015, los Países Bajos habían registrado 61 822 monumentos nacionales (registros de aproximadamente 52 000 objetos al 31 de diciembre de 2011) con el estatus de monumento nacional, de los cuales aproximadamente 1500 son monumentos nacionales arqueológicos. Desde 2007, el énfasis en las nuevas subvenciones se ha puesto en el período de reconstrucción.[1][2]