La riqueza es la abundancia de recursos materiales e inmateriales, también la posesión colectiva —riqueza social o nacional— o posesión individual —riqueza personal— de bienes[1] y activos financieros, por lo general concretados en forma de propiedades (bienes muebles e inmuebles). Puede estudiarse desde el punto de vista antropológico, sociológico, económico o incluso moral, y su significado solo puede entenderse por completo respecto al ser humano y al concepto opuesto de pobreza.
La riqueza de las naciones puede medirse, entre otros muchos índices, por la renta nacional y por el PIB. La riqueza de los individuos por la renta per cápita. La pobreza, concepto opuesto al de riqueza, puede medirse por varios índices como el Índice de pobreza multidimensional o el Índice de pobreza, entre otros. Cuando la riqueza se acumula en pocas personas (plutocracia) que adquieren así poder sobre las necesidades de los demás, se genera desigualdad económica y desigualdad social.[2] La riqueza personal se consigue, lícita o ilícitamente, por herencia y acumulación de capital.[3][4]