Roberto II de Francia

Roberto II el Piadoso
Rey de los Francos

Sello de Roberto II.
Reinado
24 de octubre de 996-20 de julio de 1031
Predecesor Hugo Capeto
Sucesor Enrique I
Información personal
Otros títulos Duque de Borgoña (1004-1016)
Coronación 25 de diciembre de 987 (Orleans)
Nacimiento 27 de marzo de 972
Orleans, Francia Occidental
Fallecimiento 20 de julio de 1031 (59 años)
Melun, Francia
Sepultura Basílica de Saint-Denis
Familia
Casa real Dinastía de los Capetos
Padre Hugo Capeto
Madre Adelaida de Aquitania
Consorte Susana de Italia
Berta de Borgoña
Constanza de Arlés
Hijos Hugo (1007-1025)
Enrique (1008-1060)
Adela de Flandes (1009-1079)
Roberto el Viejo (1011-1076).

Roberto II de Francia (Orleans, 27 de marzo de 972-Melun, 20 de julio de 1031), llamado «el Piadoso» (en francés: le Pieux), fue el rey de Francia desde 996 hasta 1031. Hijo de Hugo Capeto y de su esposa Adelaida de Aquitania, fue el segundo rey franco de la dinastía de los capetos.

Fue asociado al trono desde 987 y asistió a su padre en asuntos militares. Su sólida formación supervisada por Gerberto de Aurillac en Reims, le permiten ocuparse de cuestiones religiosas de las que se convierte en garante (dirige el concilio de Verzy en 991 y el de Cheles en 994). Desde 996 continúa la política de su padre, manteniendo la alianza con Normandía y Anjou para contener las ambiciones de Eudes II de Blois.

Luego de una larga lucha que comienza en abril de 1003, conquista el ducado de Borgoña cuyo duque anterior Enrique I de Borgoña -su tío sin descendencia legítima- había cedido a su hijastro Otón-Guillermo.

Los desórdenes conyugales de Roberto el Piadoso con Rozala de Italia y Berta de Borgoña (que le valieron la amenaza de excomunión), junto a la mala reputación de Constanza de Arlés, contrastan fuertemente con el semblante piadoso y al límite de la santidad que nos deja su biógrafo Helgaudo de Fleury en su obra La Vida del rey Roberto el Piadoso (Epitoma vitae regis Roberti pii). Allí se presenta su vida como un modelo a seguir, con innumerables donaciones a establecimientos religiosos, caridad hacia los pobres y sobre todo gestos considerados sagrados como la curación de leprosos: es el primer rey francés al que se le atribuyen milagros. Al fin de su reinado se evidencia la debilidad del mismo, debiendo enfrentar la revuelta de su esposa Constanza de Arlés y de sus propios hijos (Enrique y Roberto) entre 1025 y 1031.