La segunda vuelta electoral o balotaje (del francés ballottage)[1][2] es un mecanismo presente en algunos sistemas electorales que consiste en realizar una segunda elección limitada a los candidatos que más votos obtuvieron en la primera elección —habitualmente los dos primeros—, en caso de que ningún candidato haya obtenido un mínimo de votos preestablecido. Entre las finalidades del mecanismo se encuentra la intención de dotar al candidato ganador de una mayor representatividad y legitimidad, así como dificultar el triunfo de ciertos candidatos o partidos políticos, promoviendo la regla de «unirse contra el mal mayor» y la noción de «voto útil».[3][4]
Es una institución electoral paradigmática del derecho electoral y constitucional francés, de donde procede su denominación.[3]