Sion[4] (en hebreo: צִיּוֹן, tsiyyon; transliterado a veces como Zion, Tzion o Tsion) fue inicialmente el nombre de una fortaleza jebusea conquistada por el rey David y que se encontraba situada en la actual Jerusalén. La fortaleza se situaba en una colina del lado sureste de Jerusalén, el Monte Sion, y se menciona en la Biblia como el centro espiritual y la "madre de todos los pueblos" (Salmo 87, 2).
En el Libro de los Salmos figuran los Cánticos de Sion, conjunto de himnos gloriosos sobre la presencia de Dios en relación con el pueblo de Israel, desde el diálogo con Moisés, pasando por el Arca de la Alianza y hasta llegar al Templo de Jerusalén.
Sion es un término que hace referencia a una sección de Jerusalén, la cual, por definición bíblica, es la Ciudad de David. A menudo suele emplearse el término como sinónimo de "Jerusalén".[5]
Tras la muerte de David, el término comenzó a usarse para definir la colina en que se situaba el Templo de Salomón. Más tarde, Sion se empleó para hacer referencia tanto al templo como a sus propios cimientos.
Como recoge la Biblia en numerosos de sus pasajes (y, especialmente, en Isaías: 60), este nombre se utilizó durante mucho tiempo como referencia no solo de la ciudad, sino también de la noción de Jerusalén como centro espiritual del pueblo judío; y, por extensión, a la Tierra Prometida.
En el Medioevo, Sion lo usaban militares y religiosos católicos para denominar a la orden de Sion durante la primera cruzada (siglo XII).[6]
En el siglo XIX, el sionismo o movimiento nacionalista moderno del pueblo judío adoptó el término Sion por consenso general y desde entonces su empleo se mantuvo para designar no solo a Jerusalén, sino a toda la Tierra de Israel.[7]