Un sistema de alarma se compone de diferentes elementos o dispositivos electrónicos, que en conjunto, son capaces de detectar y registrar eventos de una situación anormal o de riesgo y producir una señal de alerta para obtener una respuesta de emergencia inmediata. Comúnmente es conocido por ser un componente de seguridad pasiva. Esto significa que, aunque no puede prevenir una situación anormal, sí puede prevenir o reducir riesgos al advertirnos sobre estos, cumpliendo una función disuasoria frente a posibles problemas. Por ejemplo:
- La intrusión de personas no autorizadas.
- El inicio de un incendio.
- El desbordamiento de un tanque.
- La presencia de agentes tóxicos.
- Cualquier situación anormal.
Estos sistemas pueden reducir el tiempo de respuesta de la policía y servicios de emergencia, y facilitar las acciones a tomar según el problema presentado, disminuyendo así las pérdidas.