Un territorio no organizado es una región de tierra que no tiene un sistema de gobierno constitucional. En la práctica, dichos territorios, apenas están poblados. Un territorio no organizado no significa que sea un territorio no reclamado, ni que no tenga representación por el gobierno.
En la práctica, un territorio no organizado podría tener lo siguiente: un área en la que el control efectivo del gobierno no ha sido establecido como hoy en día. Este ha sido el uso histórico normal, e indica, por ejemplo, a los antiguos territorios de los EE. UU., donde el Gobierno federal de los EE. UU. solo ejercía el control de pasajeros cuando sus fuerzas estaban presentes.
El término tiene varias denotaciones y connotaciones en función de la utilización adecuada y el contexto. Estas regiones ligeramente gobernadas eran de ocurrencia común en del siglo XIX, época de alto crecimiento en los estados federados unidos, como grandes extensiones, como el Territorio de Luisiana, el Territorio de Misuri, el Territorio de Oregón y así sucesivamente fueron establecidos en un año por el Congreso, separándose, por lo que después esos territorios contaban con los requisitos para ser estados, en la cual el resto de territorios «huérfanos», se convirtieron en «territorios no organizados».