La tierra prometida o tierra de promisión[1] es un nombre que corresponde al relato de la Biblia, en el cual Dios promete entregar unos terrenos como herencia a sus fieles, empezando por Abraham, y luego a sus descendientes. Según Génesis 15:18 equivale a la porción situada entre la costa de Egipto hasta la orilla del Éufrates.[2] Además del nombre, el término también sirve como concepto identitario-religioso,[3] y se asocia muchas veces en el contexto moderno para referirse a la patria del pueblo judío.[4]