El trabajo temporal, empleo temporal o trabajo eventual es una relación laboral limitada por contrato a un período establecido de tiempo debido a las necesidades o preferencias del empleador. Los trabajadores temporales se denominan a veces "estacionales", "interinos", "subcontratados" o "freelance". En algunos casos, profesionales temporales altamente especializados (particularmente en tareas de cuello blanco, como recursos humanos, investigación y desarrollo, ingeniería o contabilidad) se autodenominan consultores. Cada vez más posiciones de nivel ejecutivo (p. ej. oficial ejecutivo jefe, director de información, director financiero, director de mercadotecnia o director de investigación —CEO, CIO, CFO, CMO y CSO por sus respectivas siglas en inglés—) se cubren con ejecutivos interinos.
En la página Contrato de trabajo de duración determinada se han desarrollado los contratos que sustentan este tipo de trabajo, mientras que esta página, Trabajo temporal, describe de manera más general los efectos y la consideración de este tipo de trabajo. Se mantienen así además todos los vínculos a diferentes idiomas, que pueden servir para adquirir una visión más amplia del tema. Para el programa de televisión véase Trabajo temporal (programa de televisión).
Los trabajadores temporales pueden trabajar a tiempo completo o a tiempo parcial, según las circunstancias del trabajador y la empresa. Por ejemplo, la empresa puede ofrecer solo media jornada, y el trabajador querer jornada completa, pero acepta porque no tiene otra cosa. El porcentaje de trabajadores parciales en esta situación se denomina parcialidad indeseada.
De igual forma la empresa puede ofrecer solamente empleo temporal, y el trabajador preferir uno fijo, pero acepta el temporal porque no encuentra el fijo. El porcentaje de trabajadores temporales en esta situación se denomina temporalidad indeseada. En una economía la temporalidad es el porcentaje de empleados temporales respecto al total de trabajadores.[1]
En algunos casos, los trabajadores temporales reciben beneficios laborales (como el seguro de salud),[2] pero normalmente, para ahorrar costes, estos beneficios solo se dan a los empleados fijos.
Una compañía puede contratar directamente a sus trabajadores temporales, o bien hacerlo a través de una empresa de trabajo temporal, que es quien tiene contratados a esos trabajadores y los cede a la compañía que necesita esa mano de obra.
El trabajo temporal es diferente de la comisión de servicio (secondment en inglés), que es la asignación provisional de un miembro de una organización a otra. En la comisión de servicio normalmente el empleado mantiene su salario y otros derechos laborales de su organización "madre", pero trabaja estrechamente dentro de la otra organización para proporcionar formación y compartir experiencia.
Con la irrupción de Internet y la economía de plataformas (que tienen empleada a mucha gente con contratos temporales a corto plazo o trabajo freelance), muchos trabajadores están encontrando trabajos a corto plazo como autónomos.[3][4]
Los trabajadores temporales también son requeridos para tareas de naturaleza cíclica. Han existido siempre los temporeros, trabajadores agrícolas que se desplazaban por un país, o incluso entre varios países, para recoger las cosechas que maduraban en diferentes momentos del año: por ejemplo, sandía en junio, uva en septiembre y aceituna en noviembre.[5]