El armisticio de Foligno y el tratado de Florencia de 1801 fueron dos acuerdos de paz firmados entre Francia y el reino de Nápoles con la intermediación de Rusia, en el marco de las guerras napoleónicas. Forzado por la presencia militar francesa, Nápoles cedía algunos territorios en el Tirreno y aceptaba el ingreso de tropas francesas hacia sus puertos en el Adriático.