Turismo[1] es un término que comprende las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos a su entorno habitual durante un período de tiempo inferior a un año, con fines de ocio, negocios u otros.[2][3] Si no se realiza pernoctación, se consideran «excursiones». Turistas y excursionistas forman el total de «visitantes».[4] El concepto de competitividad turística comprende dos enfoques: el de producto y el netamente empresarial. La competitividad del producto es la capacidad de que un atractivo turístico conjugue a su alrededor unas condiciones que lo diferencien y lo hagan ofertable con posibilidades de venta. Por consiguiente, la competitividad del producto se refiere no solo a la calidad del recurso turístico en sí, sino también a los factores que lo diferencian y que lo hacen deseable para los turistas. Entre estos factores se incluye la accesibilidad, la infraestructura, la planta turística, la relación calidad/precio, la seguridad, la imagen y la calidad de la superestructura. </ref> https://www.atlantico.gov.co/index.php/glosario-de-terminos/405-desarrollo-economico/15117-competitividad-turistica#:~:text=El%20concepto%20de%20competitividad%20tur%C3%ADstica,ofertable%20con%20posibilidades%20de%20venta. El turismo puede ser doméstico, también llamado nacional (turistas dentro de su propio país de residencia) o internacional. Este último sirve como importante fuente de ingresos en muchos países y regiones, cuya economía se basa en gran parte en el turismo. En 2015 hubo 1187 millones de desplazamientos turísticos internacionales, siendo los países más visitados Francia (84 millones de turistas), Estados Unidos (77 millones), España (68 millones), China (56 millones) e Italia (46 millones).[5]