Vestal (del latín, Vestalis y plural, Vestales), en la religión de la Antigua Roma, era una sacerdotisa consagrada a la diosa del fuego y del hogar Vesta. Originalmente, es probable que fueran dos, cuatro en tiempos de Plutarco y posteriormente, seis. De su importancia dan prueba que el Colegio de las Vestales y su bienestar eran considerados fundamentales para la continuidad y seguridad de Roma. Eran sacerdotisas públicas Vesta publica populi Romani Quiritium y, como tales, constituían una excepción en el mundo sacerdotal romano, que estaba casi por entero compuesto de hombres.
Finalmente, el 27 de febrero de 380, el emperador Teodosio I el Grande declaró el cristianismo la única religión imperial legítima, acabando con el apoyo del Estado a la religión romana tradicional y prohibiendo la adoración pública de los antiguos dioses. El templo de Vesta fue cerrado en 391 y Celia Concordia dimitió como vestalis maxima en 394. Hacia el final de su vida, se convirtió al cristianismo, doce años después.