Un volante de videojuegos (racing wheel en inglés), es un controlador de videojuego específicamente diseñado para su utilización en simuladores y videojuegos de carreras.
Por lo general están formados por volante, palanca de marchas y pedales de acelerador, freno y, a veces, embrague. Los volantes de videojuegos permiten al usuario disfrutar de una mayor precisión en la conducción, dotando al juego de un realismo sorprendente, aunque del tipo de juego y de su configuración va a depender el mayor o menor grado de realismo.