Woke («despierto» en inglés) es un término que, originado en los Estados Unidos, inicialmente se usaba para referirse a quienes se enfrentan o se mantienen alerta frente al racismo.[1] Posteriormente, llegó a abarcar una conciencia de otras cuestiones de desigualdad social, por ejemplo, en relación con el género y la orientación sexual.[2] Desde finales de la década de 2010, también se ha utilizado como un término general para los movimientos políticos progresistas o de izquierda y perspectivas que alegan enfatizar la política identitaria de las personas LGBT, de las personas negras y de las mujeres.[3]
Para el 2020, sectores conservadores y ultraconservadores de derecha y extrema derecha en varios países occidentales empezaron a usar el término woke, a menudo de manera despectiva, como forma de denominar a varios movimientos e ideologías progresistas o de izquierda percibidos por ellos como "demasiado rabiosos, entusiastas, agresivos, agitadores, susceptibles o poco sinceros, y por su tendencia a la censura de opiniones discrepantes mediante la llamada cultura de la cancelación".
Para el 2021, woke se convirtió en una de las palabras más frecuentemente usada en entornos políticos conservadores para atacar a lo que perciben como progresista, de tal manera que actualmente los usos más destacados de la palabra tienen lugar en un contexto despectivo.[4][5] Aunque en español no tiene una traducción asentada y generalmente se usa el término inglés crudo, destacada en cursiva o entrecomillada al ser un extranjerismo, en la jerga coloquial de España se llama despiertismo[cita requerida] a este movimiento y despiertos o despiertitos[6][7] a los que lo siguen, el primero como término neutro y el segundo despectivo. Una traducción propuesta por la RAE es concienciado.[8]