Yahweh[Nota 1] o en su variante Yahveh [Nota 2] es el nombre del dios nacional del antiguo Israel y Judá durante la Edad del Hierro.[3] Se discuten sus orígenes y el desarrollo de su culto, dado que se carece de textos anteriores al siglo IX a. C. Los mismos, en su mayoría parte de la Biblia, han sido modificados y reinterpretados; la arqueología, la crítica textual y la epigrafía procuran dar una imagen de esta deidad según los métodos históricos.[4] La mayoría de eruditos considera que los primeros israelitas fueron politeístas, y adoraban a Yahweh junto a otra variedad de dioses de la religión cananea, incluyendo a El, Astarot y Baal.[5] Otros afirman que el monoteísmo era la creencia originaria de los primeros israelitas, y la adopción del politeísmo se dio durante una época posterior.[6]
Hay consenso entre los estudiosos de que el culto de Yahweh ya existía a comienzos de la Edad del Hierro, e incluso puede rastrearse en la Edad del Bronce.[7][8] En cuanto al ámbito geográfico, es un dios propio del sur de Canaán, la región conocida como Edom y el Sinaí.
Las menciones más tempranas de Yahweh se encuentran en textos egipcios que hacen referencia a un lugar de nombre similar asociado con los nómadas Shasu del sur de Transjordania.[9] Es posible que su nombre haya sido un epíteto de El, dios supremo del panteón cananeo.[10] La Estela de Mesa datada en el 840 a. C., menciona al rey extranjero de los moabitas tomando los cálices de Yahweh en Israel y ofreciéndolos al dios Quemos.
En los textos bíblicos más antiguos, Yahweh aparece como un típico «dios guerrero» de Oriente Próximo, el cual lidera una hueste divina; los ejércitos de Yahweh, contra los enemigos del pueblo de Israel.[11] En el siglo VIII a. C., según las inscripciones de Kuntillet Ajrud, Yahweh era venerado en Temán, al norte de Arabia, y en Samaria, sede del reino de Israel, donde parece haber sido venerado como dios tutelar, e incluso supremo, por lo menos desde el reinado de Jeroboam II.[12] Por la misma época, la corte real de Jerusalén, lo veneraba en su Templo y hacia el siglo VII a. C. ya lo consideraba el supremo dios del universo, habiendo absorbido los rasgos de divinidades anteriores.[13][14] Hacia el final del cautiverio en Babilonia (siglo VI a. C.), una gran parte de los adoradores de Yahweh negaban la existencia de otros dioses y lo proclamaba Creador del Universo y dios único.[14] Este partido "solo Yahweh" se impuso en la provincia de Judea, con el apoyo de los soberanos aqueménidas y gracias a gobernadores como Nehemías y escribas como Esdras, definiendo a Yahweh como único dios, concepto que pasó al judaísmo, y, por extensión, al cristianismo y al islam.
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